Sabrina Brindamour

Soy una de las pocas personas que empezó a entrenar a jóvenes antes de jugar yo mismo al fútbol. De hecho, fue un amigo quien me introdujo en el coaching al pedirme que le ayudara durante una de sus temporadas de verano. Después de dos temporadas, estaba tan enganchada que me apunté como jugadora a mi primera temporada de fútbol a los 20 años. Puedes imaginarte, empezar con 20 años, pero supe enseguida, tras mis primeros toques de balón, que estaba hecho para este deporte y desarrollé un amor incondicional por el juego. La temporada siguiente, ya había superado a jugadores que llevaban años en el circuito, pues me convocaron para el competitivo equipo de División 2. Eso es todo, en sólo mi 3ª temporada de experiencia, ya jugaba en la división 1 de la liga AA.